¿Cuándo empezar a empacar para una mudanza?

Y como dicen “nadie sabe realmente lo que tiene, hasta que llega el momento de mudarse”. Entre cajones olvidados, ropa que nunca se usa y recuerdos acumulados con los años, empacar se convierte en un proceso revelador. No solo se trata de meter cosas en cajas, sino de decidir qué vale la pena llevar, qué es mejor dejar atrás y cómo proteger cada objeto para que llegue intacto a su destino.

Empacar puede parecer una tarea sencilla al principio, pero cuando hay que desarmar muebles, embalar objetos frágiles y asegurarse de que nada se pierda en el camino, la historia cambia. Por eso, comenzar con tiempo y tener una estrategia clara es la clave para que la mudanza no se convierta en un caos de última hora.

Además, este es un buen momento para renovar. Muchas personas aprovechan las mudanzas para cambiar muebles, donar ropa o actualizar electrodomésticos. Un nuevo hogar es una oportunidad para empezar con lo esencial y dejar atrás lo que ya no se necesita. Pero, ¿cuándo es el mejor momento para empezar a empacar? Aquí le contamos cómo planificar este proceso paso a paso.

¿Con cuánto tiempo de anticipación se debe empezar a empacar?

El tiempo ideal para empezar a empacar depende de varios factores: el tamaño del hogar, la cantidad de objetos y el ritmo de vida de cada persona. Sin embargo, en términos generales, se recomienda comenzar al menos con tres a cuatro semanas de anticipación.

Si se trata de una mudanza grande o hay muchas cosas que embalar, lo mejor es empezar incluso seis semanas antes. Así hay tiempo suficiente para clasificar, organizar y proteger cada objeto con calma. Por otro lado, si la mudanza es repentina, la clave está en empacar de manera eficiente, priorizando lo esencial y optimizando el espacio en cada caja.

¿Cómo organizar el proceso de embalaje por etapas?

Empacar sin un plan puede ser agotador. Para evitar el desorden y el estrés, lo mejor es dividir el proceso en etapas:

• Cuatro semanas antes: Guardar lo que no se usa con frecuencia, como libros, decoraciones y ropa que no utilices frecuentemente. Separar lo que se va a donar o vender.
  
• Tres semanas antes: Embalar objetos de habitaciones poco utilizadas, como el estudio o la sala de estar. Desmontar muebles grandes que no se necesiten en el día a día.
  
• Dos semanas antes: Guardar la mayoría de los utensilios de cocina, dejando sólo lo indispensable. Empacar ropa adicional, documentos importantes y revisar qué electrodomésticos se van a trasladar.
  
• Una semana antes: Empacar lo que queda en cada habitación, dejando a la mano lo esencial para los últimos días. Etiquetar todas las cajas según su contenido y destino en la nueva casa.
  
• Día anterior: Preparar una maleta con lo necesario para las primeras 24 horas después de la mudanza: ropa, artículos de aseo, cargadores y documentos importantes.
  

¿Qué materiales usar para embalar cada tipo de objeto?

Cada objeto necesita un tipo de embalaje específico para evitar daños. Aquí algunas recomendaciones:

• Colchones: Para evitar que se ensucien o absorban humedad, lo mejor es envolverlos en plástico protector o fundas especializadas para colchones.
  
• Muebles de madera: Se recomienda cubrirlos con mantas gruesas o cartón corrugado para evitar rayones. Las esquinas pueden protegerse con espuma o goma.
  
• Electrodomésticos: Lo ideal es usar sus cajas originales. Si no se tienen, se pueden envolver en plástico de burbujas y reforzar con cartón.
  
• Objetos frágiles: Como vajillas y cristalería, deben envolverse individualmente en papel kraft o plástico de burbujas y colocarse en cajas con separadores.
  
• Ropa: Las prendas más delicadas pueden ir en fundas plásticas o de tela, mientras que la ropa doblada puede empacarse en maletas o cajas de cartón.
  

¿Cómo evitar que los muebles se rayen o se dañen durante la mudanza?

Uno de los mayores temores al mudarse es que los muebles lleguen con rayones, golpes o partes rotas. Para evitarlo, aquí algunos consejos clave:

• Proteger las esquinas: Usar protectores de espuma o cartón en las esquinas de mesas, estanterías y escritorios.
  
• Desarmar cuando sea posible: Si los muebles pueden desmontarse, es mejor hacerlo para facilitar su transporte y reducir el riesgo de daños.
  
• Cubrir con materiales adecuados: Plástico de burbujas, mantas gruesas o cartón corrugado ayudan a absorber impactos y evitar rayones.
  

Usar cinta adhesiva con cuidado: No pegar cinta directamente sobre superficies de madera o cuero, ya que puede dejar residuos difíciles de quitar.

Preguntas frecuentes

Un buen embalaje garantiza una mudanza sin sorpresas

Empacar con tiempo y con los materiales adecuados evita contratiempos y hace que la mudanza sea más llevadera. Además, permite renovar el hogar sin acumular objetos innecesarios y facilita el proceso de organización en el nuevo espacio.

También es importante recordar que cada mudanza tiene sus particularidades. Algunos edificios tienen horarios específicos para realizar trasteos, exigen el uso de ascensores de servicio o requieren el pago de un seguro en caso de daños. Antes del día de la mudanza, es fundamental consultar estas condiciones para evitar inconvenientes.

Si se busca una mudanza sin complicaciones, contar con un equipo profesional hace toda la diferencia. En Más Metros ofrecemos servicios especializados para que cada objeto llegue seguro a su destino, sin estrés y sin sorpresas desagradables.